Consumo de alcohol y jóvenes

Durante las fiestas se produce una «cobertura social» por la que el beber no es un problema, pero que puede serlo y muy peligroso a medio plazo

Las fiestas populares son una excelente excusa para el consumo de alcohol, sobre todo en edades juveniles. En estudios realizados sobre el tema llegan a beber alcohol en fiestas y fin de semana másdel 75% de los jóvenes con edades entre comprendidas entre 15 y 18 años.

La «cobertura social» que presta la fiesta al consumo de alcohol es total sobre todo en las sociedades mediterráneas. Durante la fiesta se tolera y permite el consumo en publico en espacios abiertos y comunitarios.

Los problemásque los jóvenes están teniendo mayoritariamente con el alcohol son la intoxicación aguda: acuden a los servicios de urgencias de los hospitales y en pocas horas se van para su casa. Afortunadamente se ha observado que esto ocurre durante un tiempo relativamente limitado. Cuando se alcanza o se entra en la veintena de años los jóvenes dejan de beber, se hacen más responsables, y cambian de hábitos. Es una forma de consumo que no se mantiene durante muchos años y que no termina habitualmente en una dependencia alcohólica. No obstante el riesgo de un hiperconsumo puede ser muy elevado tanto directamente sobre el organismo como consecuencia del tóxico alcohólico sobre hígado y riñón a altas dosis y el efecto sobre el tejido cerebral a largo plazo.

El daño neuronal ocasionado por el alcohol es más intenso en los adolescentes, así el etanol ejerce una fuerte influencia negativa sobre el proceso de desarrollo cerebral, todavía muy activo a estas edades, con las consecuencias que ello comporta en la capacidad de memoria y aprendizaje. Por tanto, los efectos sobre el sistema nervioso central son más pronunciados y tienen una mayor repercusión a largo plazo en quienes inician el consumo en la adolescencia, antes de que finalice la maduración cerebral. Asimismo la acción coadyuvante del alcohol sobre la génesis y origen de accidentes de todo tipo es muy elevada. Dos vasos de vino o tres cañas de cerveza multiplican el riesgo de accidente por dos, al desencadenar un estado de euforia y dificultar el procesamiento de la información ante situaciones no esperables.

La intoxicación etílica se caracteriza por un cuadro clínico que oscila desde una desinhibición de la conducta más social y elaborada, con verborrea, labilidad emocional, disartria y ataxia, hasta un cuadro de coma y alto riesgo de parada respiratoria e hipotermia por vasodilatación asociada a inhibición del centro termorregulador lo que ha provocado muchos fallecimientos si el intoxicado queda al aire libre sin atención. También se favorece la aparición de convulsiones epilépticas espontáneas que pueden tener fatal desenlace.

Por último, el alcohol favorece la práctica de conductas de riesgo y agresividad con alteración de las conductas sociales y una tendencia injustificada a la aparición de excesivos comportamientos conflictivos. Evitar la intoxicación alcohólica entre los jóvenes es una manera de prevenir los daños directos que esta produce, así como los que repercuten en el entorno de quienes no son partícipes de esta práctica.

CONSUMOS:
Alcohol: Es la sustancia adictiva más consumida en España.

Adolescentes: Uno de cada 8 (13%) adolescentes de 15-16 años se ha embriagado más de 20 veces en su vida y más de 1 de cada 6 (18%) ha incurrido en lo que se denomina atracón de alcohol ,tres o más veces en el último mes.

Bebidas más usuales entre jóvenes: Los combinados (incluyendo vino con refresco de cola): el 58,4%. En segundo lugar, se sitúa la cerveza (34,1%) y, a continuación, con frecuencias de entre el 26 y el 28%, los licores fuertes, el vino y los licores de fruta.

Bibliografia: http://servicios.laverdad.es/servicios/cuadernossalud/pg290308/suscr/nec3.htm

Un saludo a todos!!!